Reflexión sobre la mano y el uso del ordenador III: Adaptaciones tecnológicas
La mayoría de los fisioterapeutas amantes de su profesión conocen los aspectos negativos de las posturas mantenidas, las sobrecargas, la tensión del sistema nervioso y el perjuicio de los movimientos repetitivos. Pero, muy a nuestro pesar, parece ser que la sociedad nos lleva directamente hacia un callejón sin salida.
Algunos de estos fanáticos fisioterapeutas (en los que me debo incluir) mientras escribimos en el ordenador para hablar de estos temas no entendemos por qué nos aparecen sensaciones de hormigueo en la mano o por qué notamos una sensación de enfriamiento en la extremidad que baja desde la axila hasta nuestro dedo meñique o por qué cuanto más rato estamos delante del ordenador más nos duele el antebrazo y la mano o por qué ocho cuartos tengo que parar de escribir porque me duele la mano!!!!
Voy a intentar presentaros los problemas que generan las nuevas tecnologías en nuestras manos.
La razón de las dolencias es muy sencilla y la podemos explicar con algunos puntos:
Problema 1. El uso del teclado clásico implica inevitablemente 3 posiciones nocivas:
1. La hiperpronación
2. La desviación ulnar
3. La extensión de muñeca y dedos.
La primera implica automáticamente una puesta en tensión del músculo supinador, favoreciendo la compresión del nervio radial en el antebrazo (conocido como síndrome de Froshe), a continuación la desviación cubital permanente que comprime el ligamento triangular de la muñeca facilita los síndromes de impactación a este nivel. Donde debe haber un espacio, con esta postura lo comprimimos en permanencia. En último lugar el hecho de requerir el trabajo en pronación sitúa automáticamente la musculatura extensora de la mano y especialmente de los dedos en un plano horizontal, obligados a trabajar en contra de la gravedad en una posición de abertura mantenida (en isométrico). Estos músculos acaban llegando a la fatiga hasta la claudicación (por debilidad o por dolor). En este punto debemos tener en cuenta una curiosidad anatómica que podríamos clasificar como ley de Murphy: los extensores de los dedos se inervan después de que el nervio radial pase por la arcada de Froshe, generamos un trabajo en permanencia de los músculos cuyo nervio está comprimido…. no tiene muy buena pinta!
Para mejorar estos problemas nos presentan algunos falsos amigos:
Opción A: El reposa muñecas implica que la mano quede fijada en pronación y que los dedos deban levantarse aún más para poder escribir. Ahora sí, para conseguir una buena sobrecarga, ¿qué mejor que un isométrico en concéntrico?
Opción B: inclinar el teclado hacia nosotros, la respuesta mecánica es la misma que en la opción A, implica un trabajo en isométrico hacia concéntrico de nuevo.
Soluciones reales a este problema:
Opción real:
1.- Conseguir un teclado en forma de V para impedir la inclinación ulnar o conseguir un teclado partido en 2 partes separadas que permita a la mano trabajar en el eje sin necesidad de inclinar.
2.- Tener la opción de inclinar el teclado hacia los lados para neutralizar el exceso de pronación. Esta opción existe con teclados partidos que pueden inclinarse al gusto del consumidor. De este tipo hay para gustos y colores hasta la versión con retrovisor!!!!
3.- Undir las teclas para que queden hacia adelante o inclinadas hacia la pantalla. De esta manera las muñecas caen en flexión y facilitan la extensión de los dedos en una posición central del músculo (imprescindible saber dactilografía). El uso de reposa muñecas en algunos casos nos puede ayudar pero deben ser voluminosos y acolchados.
Inciso folklórico: un detalle fantástico que habla mucho de nuestro país es que la mayoría de estos teclados aún no se encuentran en teclado español y, por tanto, los usuarios ibéricos y de américa latina aún tendremos que esperar para encontrar estas opciones.
Problema 2: El teclado numérico (pocas veces usado) implica que la mano derecha (en la mayoría de los casos) tenga que usar el ratón en abertura de hombro, de esta manera el brazo derecho va a quedar en muñón de hombro hacia el suelo, el húmero en abd de hombro, el codo en flexión, la mano en pronación y la muñeca y dedos en extensión. ¿Os recuerda a algo? ¿Quizás el test de tensión del cubital?
Opción real:
1.- Si no usas el teclado numérico, es mejor eliminarlo o comprarse un teclado sin numérico. Los inalámbricos dan mucho juego.
Problema 3: el ratón, gran tema
El ratón es una herramienta de precisión que debe permitirte trabajo de velocidad. La posición clásica vuelve a la pronación exagerada y los dedos índice y mayor en extensión, manteniendo esta postura los mecanismos lesinales descritos anteriormente reaparecen. En este caso cabe destacar el sufrimiento de índice y mayor debido a la velocidad de trabajo. Muchas veces genera molestia en la musculatura intrínseca de pulgar e índice.
¿Opciones reales?
1.- En vez de usar un ratón horizontal mejor usar un ratón vertical
2.- En vez de usar un ratón en extensión de dedos mejor usar uno en flexión de dedos
3.- Atención con los ratones verticales sin plataforma de apoyo, estos pueden generar sobrecarga en el piciforme y esto duele mucho!
4.- Buscar un ratón ambidiestro y cambiar a menudo de mano y/o usar el ratón lo mínimo posible
AVISO: estos ratones son difíciles de usar e inicialmente no dan la velocidad de los clásicos, hay que acostumbrarse!!! A expensas de mayor lentitud obtenemos menos dolor.
Problema 4: la gestión del trabajo
El principal problema de la informática y las tecnologías es que cada vez estamos más atados a ellas y requerimos de más horas de su uso. En el caso de tener que escribir mucho hay programas que te permiten transcribir un texto dictado y moverte por pantalla con la voz. En mi opinión esto es el futuro.
En el caso de ser incapaz de gestionar el trabajo con el ordenador, existen asistentes que ayudan a gestionar los tiempos de trabajo y reposo. De esta manera van indicando unas micropausas de segundos y otras macropausas de minutos. Estas pausas generalmente van acompañadas de un asistente que te guía para realizar ejercicios y estiramientos. En el caso de trabajar demasiado rato sin parar, estos programas se pueden programar para que puedan llegar a bloquear el ordenador.
CONCLUSIÓN
La sintomatología que pueden tener nuestros pacientes que sufren de estos dolores es muy diversa pero en la mayoría de casos responde a molestias no diagnosticables con ninguna prueba y, por tanto, a menudo clasificadas como psicológicas. En su mayoría, las dolencias tendrán características neuropáticas y musculares. Aparecerán en el momento de la función y, por tanto, no dan una lesión permanente detectable con pruebas convencionales, aún más si éstas se hacen en un período de reposo. Esta situación va a colocar a nuestros pacientes en posición de jaque en permanencia.
Yo en mis 15 años de experiencia ya he visto a 8 pacientes que han tenido que abandonar su profesión por este tipo de problema. Hay que sensibilizarlos en la importancia de PARAR, con vacaciones, excedencia, … lo que sea, porque si no lo hacen no tenemos ninguna posibilidad de mejorarlos.
Espero que con esta entrada podáis entender mejor la llamada “mano del informático” (que debería ser “mano del usuario de ordenador”) y entender que el problema principal es que el mecanismo lesional está en activo. Si no somos capaces de gestionar esto, difícilmente podremos ayudar a los pacientes que sufren estos males… En países más desarrollados que el nuestro estos problemas están siendo ya una epidemia real con miles de millones perdidos en bajas laborales e incapacidades.
Si habéis llegado hasta este punto, os voy a pedir que penséis en los ordenadores por alumno que hay en las escuelas, ¿habéis visto alguna vez el dosier de consejos ergonómicos que lo acompaña?…. Yo tampoco…. ¿quizás porque no existe?
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