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El monodedo

Si la posición de bidedo puede conllevar problemas, la del monodedo aún es más problemática.

El dedo que típicamente se utiliza para realizar el monodedo es el 3er dedo, puesto que es el que queda más centrado en la mano y va a poder generar más fuerza.

El monodedo para escalar es una posición solo posible para aquellos que llevan mucho tiempo escalando y que además tienen un entreno regular. Contra menos tiempo uno lleve escalando menos resistentes van a ser las estructuras y por lo tanto, más riesgo de sufrir una lesión.monodit

Cuando un escalador realiza un monodedo, el resto de dedos se van a cerrar de manera espontánea. Esta situación que parecería trivial no lo será desde el momento que al cerrar los otros dedos, parte de la fuerza muscular que se usa para cerrarlos va pasar por unas interconexiones tendinosas hasta llegar al dedo que está en la pared.

Esta situación es claramente beneficiosa ya que la fuerza de sujeción puede llegar a aumentar hasta un 25 o 30%. Pero como en todas las cosas esto siempre tiene su contraparte. Estas interconexiones tendinosas, que generalmente no están sujetas a estrés, en este tipo de presa van a recibir una sobrecarga importante.

Si en el momento de realizar un monodedo, la transferencia de carga es excesivamente rápida o dinámica, o simplemente un pie falla, la tensión excesiva puede generar una rotura de estas interconexiones.

Si esto sucede se puede llegar a oír un “clack” o sentir un desgarro interno, seguido de un dolor punzante en la cara palmar de la parte del antebrazo más cercana a la muñeca. El dolor que va a generar a posteriori, va a ser un dolor muy extraño, difícil de situar. Al palpar la zona no se va a encontrar el dolor, solo va a ser posible reproducirlo repitiendo el gesto lesional, el monodedo.

En el caso de sufrir esta lesión se debería parar de escalar en presas de monodedo y bidedo entre 3 y 6 semanas. Durante este proceso se recomienda escalar pero sólo con presas grandes o regletas dónde trabajen todos los dedos a la vez. Realizar un vendaje de solidarización de los dedos será útil para evitar el mecanismo lesional durante la escalada.

En próximos artículos os enseñaremos como realizar éste y otros vendajes!

El bidedo

El Bidedo

El uso de la mano para escalar implica que esta se va a tener que adaptar a la forma que bidit 1el entorno le requiera para poder optar a la mejor sujeción posible. Una de estas formas es el bidedo que a menudo se usa cuando el espacio al que la mano se puede sujetar es excesivamente pequeño.
Esta posición se puede realizar de dos maneras, entre el dedo índice y el mayor o entre el mayor y el anular (dedo tonto le llaman algunos).

A nivel anatómico lo ideal es usar la segunda opción ya que el 3er y 4º dedo son los dedos centrales de la mano y, de esta manera, el eje de la mano se mantiene neutro. En el caso de bidit 2usarse el dedo índice y el mayor, la mano automáticamente va a desviarse hacia el dedo meñique, o lo que vendría a ser hacia la desviación cubital. Esta colocación de la mano de forma repetida puede generar cierto sufrimiento en el margen cubital de la muñeca y ser origen de típicos dolores de esta.

El uso del 3er y 4º dedo no está exento de problemas. En la palma de la mano existe un músculo que se sitúa entre los tendones que doblan el 4º y 5º dedos (anular y meñique). Al realizar un bidedo en esta posición, el 4º dedo se halla casi estirado completamente mientras que el meñique tiene tendencia a doblarse hasta la palma de la mano. Esta situación puede provocar un efecto de cizalla entre el tendón del 4º y 5º dedos que puede implicar una rotura de este músculo (el lumbrical).lesió lumbrical Esta lesión va a dar un dolor muy característico en la palma de la mano que puede aparecer al escalar, especialmente con bidedos y con gestos cotidianos que impliquen movimientos disociados entre estos 2 dedos.

El uso de un vendaje específico, que limite la disociación entre estos dos dedos, puede ayudar a evitar el movimiento que genera el dolor y que perpetúa la lesión. De esta manera se puede proteger la irritación permitiendo que la estructura cicatrice, y sin necesidad de dejar de escalar.
Siguiendo esta recomendación, en 3 semanas el problema se puede resolver espontáneamente. En el caso contrario, os recomendamos consultar con un especialista.

¡Buenas escaladas!

¡Antes de escalar, pon tus manos a calentar!

Cuando nos llega un paciente escalador por primera vez a la consulta, abrimos su historia y llegamos a la pregunta de… ¿Cómo sueles calentar antes de empezar a escalar? Prácticamente el 90% de los escaladores nos responden lo mismo… ¡yo caliento en vías más fáciles!

El calentamiento es una de las partes más importantes de cualquier actividad física. Sin embargo muchas veces lo obviamos, bien por falta de tiempo, o simplemente porque pensamos que empezando directamente con la actividad deportiva a baja intensidad ya tenemos suficiente.

La realidad es que un buen calentamiento previo a la escalada nos va a evitar muchas lesiones. Éste nos va ayudar a mejorar la flexibilidad de nuestras articulaciones y músculos permitiéndonos movimientos más ágiles en la pared.

Con unos ejercicios adecuados vamos a conseguir un aumento de la temperatura corporal, incrementando el flujo sanguíneo y, en consecuencia, el calentamiento del músculo. Esto permitirá al músculo mejorar sus propiedades viscoelásticas, de contracción –éstas serán realizadas con más fuerza– y de relajación.

En esta entrada os vamos a proponer una serie de ejercicios de calentamiento para vuestras manos y extremidad superior que no os van a llevar mucho tiempo y que seguro os van a prevenir de muchas lesiones.

1ª Fase: Ejercicio cardiovascular (10 minutos)

En esta primera fase debéis realizar una actividad cardiovascular de baja intensidad. Este ejercicio debe incluir el movimiento de las máximas articulaciones posibles de vuestro cuerpo con la finalidad de aumentar la temperatura corporal. Aquí deberéis notar cómo vuestro cuerpo empieza a sudar.

En el caso de que salgáis a escalar a roca, la misma aproximación a la vía puede cumplir este objetivo, siempre y cuando esta supere los 10 minutos. Si os quedáis en el plafón os proponemos correr, elíptica o bicicleta estática.

2ª Fase: Movilidad articular (5 minutos)

  • Movimientos articulares: Se realizarán los ejercicios con velocidades moderadas de ejecución y aumentando de forma muy progresiva la amplitud de movimiento (20 repeticiones X estructura)

1. Cervicales

1. cabeza delante atrás 2. rotaciones cabeza

3. inclinaciones cabeza

2. Hombros

4. elevaciones hombros      5. hombros alante y atrás

6. brazos arriba y abajo

3. Codos

7. flexión y extensión codos        8. supinación pronación

4. Muñecas

9. flexo-extensión muñecas       10. desviaciones muñeca

5. Mano y dedos

11. cierre y obertura dedos         12. dinámico de codo muñeca y dedos

13. progresión movimiento dedos

Tened en cuenta que para completar un buen calentamiento deberemos incluir la espalda y la extremidad inferior.

  • Estiramientos dinámicos cinéticos: Este tipo de estiramientos se utilizan para conseguir una pre-activación del sistema Se acostumbran a realizar movimientos parecidos a la técnica de escalada. Estos ejercicios de deben ejecutar a una velocidad media – alta  (5-10 repeticiones x 3 series).

1. Secuencia de diagonales de brazos en diagonal

     14. diagonales dinámicas

2. Secuencia de diagonales cruzadas de brazos

        15. diagonales cruzadas

3ª Fase: Activación muscular (10 minutos)

  • Masilla terapéutica / plastilina (5 minutos)

1. Trabajo de bola sin apretar

              16. moldear masilla

2. Trabajo de contracción (no fuerza máxima, apretar progresivamente)

17. apretar con puntas   18. apretar con puntas estiradas   19. masilla en pinza

  • Travesía en plafón: presas grandes y de baja dificultad (5 min)

20. travesía

Las poleas

¡Me he roto las poleas!!!!

Esta es una de las frases más temida por los escaladores. Todos saben que es una lesión que es típica de escaladores y lo relacionan con largos periodos de no poder escalar, pero exactamente ¿qué son y para qué sirven estas poleas? y ¿realmente es tan grave su lesión?

La polea (de la que hablan los escaladores) es una estructura anatómica que se halla en la cara anterior de los dedos largos y del pulgar. Cada dedo tiene un total de 5 poleas anulares y 4 poleas cruciformes a lo largo del dedo. Su función principal es la de mantener el tendón flexor (el que dobla el dedo) solidario al hueso del dedo (la falange). Una comparación fácil sería como las anillas por los que pasa el hilo de una caña de pescar.politges

A veces la mejor manera de entender estos conceptos es partir de la situación contraria… ¿qué pasaría si no hubiera anillas o, en el caso de los dedos, poleas? Pues que tanto el hilo de la caña de pescar como los tendones de la mano se transformarían en arco, es decir, serían capaces de separarse de la caña y del hueso y por lo tanto, toda la parte cóncava de la mano al realizar el movimiento de flexión de los dedos, se vería ocupada por el tendón. Con lo cual ¡perderíamos la capacidad de la mano de contener objetos!!

En cualquier caso, ¿para qué sirven las poleas? Las poleas son unos elementos que permiten que el tendón se mantenga en su camino normal. Hacen que la fuerza que este ejerce en el dedo sea regular, y permiten que el dedo se pueda cerrar completamente. La falta de una de ellas, podrá alterar estas 3 funciones.

¿Qué pasa si me rompo la polea?  A nivel mecánico lo que va a suceder es que cuando intentes doblar el dedo, este perderá su capacidad de recorrido y cerrará menos. Al llevar el dedo a la flexión, el tendón se separará del hueso y generará un efecto de cuerda de arco, con lo que el dedo se verá más grueso, sobre todo al hacer fuerza.corda d'arc

¿Significa que voy a perder fuerza? Es posible que haya una pequeña pérdida de fuerza de agarre pero no tiene por qué afectar la fuerza durante la escalada. Hay pacientes con lesiones de poleas que han acabado deformando el dedo debido al mismo proceso de cicatrización pero que han mantenido su rendimiento en escalada. Una buena cicatriz puede generar una rigidez del mismo dedo y a su vez crear un dedo extremadamente fuerte. Pero también hay los pacientes que les ha sucedido a la inversa, a los que no se les ha estabilizado el proceso de cicatrización y es un dedo que genera dolor e impotencia.

¿Si me duele el dedo significa que me he roto la polea?  No tiene por qué ser así. Existen otras lesiones que también pueden generar dolor en el dedo, como por ejemplo la sobrecarga muscular (de la cual hablaremos próximamente). Si el dolor está asociado a una lesión de la polea suele tener un inicio súbito, generalmente asociado a un chasquido fuerte, un ruido estrepitoso que se puede oír a distancia, que incluso la persona que asegura al escalador es capaz de escuchar. En el momento en el que se escucha este chasquido, se da una respuesta inflamatoria en la zona que hincha el dedo en cuestión.corda d'arc edu

¿Si se me ha roto la polea hay que operar? En principio la cirugía sólo está indicada si la rotura implica a más de una polea. En el caso que sea sólo una de ellas no está indicado. Las cirugías más eficaces para los escaladores son las reconstrucciones mediante un trasplante  con otro tejido del mismo cuerpo. El cirujano también puede optar por realizar una reparación de la polea rota, es decir, una sutura de esta, pero en el caso de escaladores, estas se consideran poco eficaces ya que al volver a escalar la cicatriz puede ceder fácilmente volviendo a la posición de deformidad del tendón.

¿Puedo tener una lesión de poleas y que no me duela nada? Sí es bastante frecuente y en estos casos sobretodo no hay que hacer nada.

¿Puedo hacer algo para evitar las lesiones de poleas? Lo primero es saber que las poleas ganan fuerza con el tiempo, si progresas muy rápido es posible que no tengan tiempo de “endurecerse”.  Un buen calentamiento previo es clave ya que la mano “en frio” no es tan resistente y tiene riesgo de lesión. Y por último, evitar estar un tiempo excesivo en vías de nivel ensayado, sobre todo si es a final del día.

¡NO dejes la vía más difícil para el final, casi todos los escaladores se lesionan las poleas en ese momento!!!!

¡¡¡Cuida tus manos y a escalar!!!

La Ñapa

ÑAPACon este nombre se conoce la posición en que el escalador va a sujetarse a las tan preciadas presas  pequeñas o regletas.  También es conocida como posición de arqueo. Este tipo de presa es imprescindible para conseguir una sujeción eficaz a partir de que el tamaño del borde de pared donde sujetarse ocupa una pequeña parte de la última falange del dedo.  Es curioso observar cómo la forma que adopta la mano al realizar este tipo de presa se parece a la forma de los piolets que se usan para escalar el hielo. Probablemente debe existir alguna razón física que hace que el ángulo de abordaje de la mano a la pared tenga que ser éste.

Cuando el escalador adopta esta posición al sujetarse a la pared, la última articulación del dedo queda prácticamente estirada del todo. Los tendones que flexionan esta articulación van a trabajar simplemente para conseguir mantener esta articulación recta por contra es el flexor de la articulación central del dedo (la interfalángica proximal) la que va a flexionar hasta el final del recorrido. De esta manera el dedo va a realizar una fuerza hacia abajo apoyandose directamente en la pared tal cual un piolet haria en el hielo.

No es por casualidad que gracias a la adaptación de los tejidos los escaladores expertos van a acabar desarrollando una rigidez de la articulació distal del dedo. Esta adaptación va a evitar el movimiento excesivo hacia atrás generando así una fantástica estabilidad en esta posición. Provablemente seria una buena manera de reconocer a un escalador experto de un escalador principiante.Algunos escaladores a pesar de estar escalando durante años no consiguen generar una buena rigidez de esta articulación implicando la necesidad de desarrollar otras capacidades.  Los escaladores que no consigan mejorar su rigidez a este nivel seria aconsejable mejorar su técnica usando otras presas como la extensión. El hecho de que esta rigidez no aparezca no implica que enga que generar lesiones pero lo puede favorecer.

En referencia a esta posición de la mano al escalar, hay que saber que es en esta posición en la que está descrita la mayoria de las lesiones de las poleas de los dedos. En efecto es en el transcurso de escalar en arqueo que  la tensión que se genera en las poleas es mayor sobretodo en las poleas centrales del dedo.