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El bidedo

El Bidedo

El uso de la mano para escalar implica que esta se va a tener que adaptar a la forma que bidit 1el entorno le requiera para poder optar a la mejor sujeción posible. Una de estas formas es el bidedo que a menudo se usa cuando el espacio al que la mano se puede sujetar es excesivamente pequeño.
Esta posición se puede realizar de dos maneras, entre el dedo índice y el mayor o entre el mayor y el anular (dedo tonto le llaman algunos).

A nivel anatómico lo ideal es usar la segunda opción ya que el 3er y 4º dedo son los dedos centrales de la mano y, de esta manera, el eje de la mano se mantiene neutro. En el caso de bidit 2usarse el dedo índice y el mayor, la mano automáticamente va a desviarse hacia el dedo meñique, o lo que vendría a ser hacia la desviación cubital. Esta colocación de la mano de forma repetida puede generar cierto sufrimiento en el margen cubital de la muñeca y ser origen de típicos dolores de esta.

El uso del 3er y 4º dedo no está exento de problemas. En la palma de la mano existe un músculo que se sitúa entre los tendones que doblan el 4º y 5º dedos (anular y meñique). Al realizar un bidedo en esta posición, el 4º dedo se halla casi estirado completamente mientras que el meñique tiene tendencia a doblarse hasta la palma de la mano. Esta situación puede provocar un efecto de cizalla entre el tendón del 4º y 5º dedos que puede implicar una rotura de este músculo (el lumbrical).lesió lumbrical Esta lesión va a dar un dolor muy característico en la palma de la mano que puede aparecer al escalar, especialmente con bidedos y con gestos cotidianos que impliquen movimientos disociados entre estos 2 dedos.

El uso de un vendaje específico, que limite la disociación entre estos dos dedos, puede ayudar a evitar el movimiento que genera el dolor y que perpetúa la lesión. De esta manera se puede proteger la irritación permitiendo que la estructura cicatrice, y sin necesidad de dejar de escalar.
Siguiendo esta recomendación, en 3 semanas el problema se puede resolver espontáneamente. En el caso contrario, os recomendamos consultar con un especialista.

¡Buenas escaladas!