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Reflexión sobre la mano y el uso del ordenador II: para el dolor lo mejor es el reposo

 

¿El reposa pies o el apoyo de los pies?

La importancia de colocación de las piernas durante la sedestación se basa en la necesidad de disponer de un apoyo anterior para poder transferir el peso y no el tener los pies fijos en un punto del espacio.

Doblar las piernas en exceso para situar los pies debajo de la silla impidiendo que se pueda apoyar sobre ellos y cruzar las piernas reduciendo los apoyos en los pies a un solo punto de apoyo anterior, son algunas de las posturas usadas para trabajar.

En muchos  casos la tendencia a cerrar las piernas y tirarlas hacia atrás elimina calidad de apoyo anterior provocando un déficit de sustentación anterior y, por tanto, generando la necesidad de desplazar el centro de gravedad hacia posterior.

 

En la mayoría de los casos este desplazamiento implica una retroversión pélvica y, por tanto, una reducción de la curva lumbar y un aumento de la curva dorsal y cervical.

El uso del reposa pies obliga a juntar los pies y lejos de mejorar la situación, la empeora: mantiene las caderas cerradas, dificulta el doblar las caderas, aleja los pies del punto de apoyo anterior impidiendo cualquier posibilidad de cargar en ellos. Su uso obliga a la persona a caer hacia atrás manteniendo la posición incorrecta de la espalda.

La salvación: el respaldo….

Una vez nuestro mal apoyo nos ha obligado a caer hacia atrás por déficit de sustento anterior, nos recomiendan el uso de un buen respaldo “no vaya a ser que nuestros músculos accidentalmente trabajen” para mantener  las curvas de la espalda. Efectivamente esta “ayuda” para conseguir apoyarse en ella, requiere trasladar aún más el centro de gravedad hacia posterior aumentando la báscula hacia atrás de la pelvis.

Una vez el apoyo “ha sido conseguido… ya lo tenemos!!!”…. ¿El qué? ¿Una posición más correcta? No, lo que hemos conseguido es que todas las articulaciones por debajo del respaldo estén bloqueadas y no sirvan de nada, ya no requerimos ni cadera ni zona lumbar, ya somos entes a una silla pegados. FELICIDADES!!!

Si al menos las articulaciones por encima del respaldo estuvieran bien colocadas aún podríamos salvar la situación. Pero la realidad es que en el apoyo de espalda, la zona dorsal tiene tendencia a encorvarse hacia adelante y por tanto a colocar las “paletillas más horizontales o basculadas hacia adelante. En este punto para llevar los brazos hacia adelante necesitaremos más flexión de hombros.

En este momento nos damos cuenta que las cervicales nos duelen por el peso de los brazos, ¿que opción tenemos ahora?…. ¿lo adivináis?

El reposa brazos! Por supuesto!

Con un poco de suerte si no están bien regulados en altura haremos un esfuerzo para apoyarnos más aumentando la postura encorvada de la espalda.

Caray que éxito esto de la tecnología, es fantástico! Ya hemos conseguido que sólo se muevan de codos hacia adelante, pero….. que lata!!!! Ahora me duelen los antebrazos…. Ah! Ya lo tengo, ¿porque no te pones… a ver si lo adivinas?

¿Un reposa muñecas? Seguro que te va bien!

Lo que no entiendo es por qué ahora me duelen las manos, ¿qué hago?

¿Os imagináis la continuación?

Reflexión sobre la mano y el uso del ordenador I: la sedestación

Uso del ordenador-fisioterapiaLas dolencias de las extremidades superiores  debidas al uso de herramientas informáticas como el teclado y el ratón están entrando a formar parte de las dolencias fantasmas de nuestra sociedad.

Las llamamos dolencias, ya que la mayoría de los usuarios de ordenador en algún momento de trabajo intensivo delante de la computadora han notado molestias pero que no se pueden relacionar claramente con una lesión.

Las llamamos fantasmas porque su diagnóstico sigue sin ser claro ya que no son diagnosticables con ninguna prueba complementaria.

Dolores en cervicales, dolores irradiados hacia los brazos, sensación de frío en el recorrido de un nervio,  hormigueo y pérdida de fuerza, dolor al teclear o usar el ratón y, finalmente, claudicación.

Conocidas en los foros americanos como RSI se han llegado a crear webs y colectivos que escriben sobre ella y evidentemente están las clínicas correspondientes para su tratamiento.

-¿Qué hay que hacer para tratar el RSI?

-Como decía Avicena hace más de 2000 años “primum non nocere”: ante todo no crear dolor! Esta es una de las mejores estrategias para el tratamiento.

-¿Pero realmente hacemos algo mal?

-Sí y por eso hay que entender la función para poder tratar su patología.

En esta entrada os voy a citar algunas de sus características y el ABC de las estrategias para gestionar su abordaje terapéutico.

LA ERGONOMÍA DE LA POSICIÓN SENTADA, ¿DÓNDE EMPIEZA LA MANO?

La extremidad superior humana, por definición, está asociada a un sistema de transporte dinámico: el aparato locomotor. La anatomía del cuerpo humano está preparada para la bipedestación y el movimiento y no para la sedestación y el sedentarismo.

Por internet y en bibliotecas especializadas podemos encontrar centenares de referencias sobre la ergonomía de la posición sentada, cuando la realidad es que esta posición no tiene nada de ergonómica, al contrario, la podríamos clasificar como antinatural.

El tema aún se complica más cuando nos damos cuenta de que nos referimos a una actividad humana, la especie animal que entiende la comodidad como la postura pasiva de sentarse en un sofá y no el correr por la montaña (que se acercaría más a su naturaleza).

Para rematar la cuestión, tenemos una industria que para “mejorar nuestra salud” se dedica a vender todo tipo de gadjets para “facilitarnos la vida” justificándolo con esquemas explicativos.

Los reposapiés

Los respaldos

Los reposa brazos

Dichos esquemas contienen una información parcial para justificar la aplicación de dichos sistemas, omitiendo otros conceptos clave como podemos ver en esta imagen, en la que podríamos añadir aún más cosas.

Iremos hablando de todos ellos.

¿Focalizar nuestra atención en las manos?

mansEn una conversación de cena de viernes con otros aFISIOnados como yo, me di cuenta de  la necesidad generalizada que tiene la fisioterapia de apartarse de conceptos cuyo contenido es de argumentación científicamente difícil. Y está claro que el futuro de la fisioterapia está en demostrar la validez y rigurosidad de nuestro trabajo.

No obstante la proliferación de cada vez más «técnicas» científicamente demostradas, con nombre propio o con registro y copyright, me hacen dudar y darme cuenta de cómo nos vamos progresivamente hacia el otro extremo y así nos van las cosas…

Una vez me dijeron que «el cliente siempre tenia la razón» de lo cual leyendo entre líneas yo entendí que siempre hay que escucharlo aunque no hable en terminología científica ya que siempre se aprende algo. En referencia a esto os propongo leer esta  fantástica entrada del blog del «the tiger’s mouth» del  Dr. Bruce McFarlane | December 18, 2010 con el título «Note on Anatomy and Physiology: Suppleness of Focus». Evidentemente no es sobre técnicas de fisioterapia pero hay palabras sabias.

En esta entrada donde efectivamente el Dr McFarlane habla de la práctica del taichí, sin entrar en elementos científicos, nos da unas nociones básicas de cómo se genera un movimiento dependiendo de dónde focalices la atención. Conceptos como este, patrimonio de la humanidad  y en manos de disciplinas milenarias, no llevan registro y nos pueden ser extremadamente útiles.

Efectivamente, este concepto aparentemente sencillo nos lleva a una verdad inquietante: en la sociedad actual donde todos vamos con prisa vivimos más pendientes del objetivo de la acción que del proceso de la acción en sí misma. De esta manera, sin darnos cuenta, somos capaces de mantenernos durante horas en una posición imposible mientras realizamos una tarea, a pesar de estar dañándonos el cuerpo.

Este concepto será aún más interesante para mí como terapeuta de mano des del momento en que la mayoría de estas acciones están realizadas por las manos. En un bucle cerrado de manos-ojos, donde el resto del cuerpo no es nada más que el mero transportín de nuestra acción, estamos pendientes del resultado de nuestra acción sin fijarnos en el cómo.

De esta manera puede suceder que nuestra postura, nuestro gesto y nuestra negligencia nos lleven a lesiones que, en caso de haber actuado de otra manera, no hubiesen aparecido. Las manos no se escapan de estos mecanismos.

La lástima es que ante circunstancias como estas en lugar de buscar soluciones reales sobre el origen del problema, busquemos «apaños» poco terapéuticos. Esto me recuerda el hecho de vender compresas para la incontinencia en lugar de explicar que se puede hacer rehabilitación abdominopelviana….

En cualquier caso y teniendo en cuenta estos conceptos, en mi próxima entrada vamos a reflexionar sobre la mano y las nuevas tecnologías. ¿A que no adivináis dónde empieza la mano?

Nos vemos en breve!!!