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¡Me duele el dedo! (II)

¡Me duele el dedo! (II)

En el anterior post ya hablamos de los muchos procesos que pueden producir dolor en los dedos del escalador sin llegar a ser lesiones claras de un momento y gesto determinados. Estos dolores suelen resultar de microtraumatismos de repetición y sobrecargas musculares, que acaban generando inflamación o irritación de los tejidos internos del dedo, y contracturas musculares de la musculatura flexora de los dedos.

Para realizar un buen abordaje de estos procesos, necesitamos realizar un buen diagnóstico para saber exactamente el motivo del dolor en el dedo. Para ello, será muy importante lo que nos relate el escalador sobre el tipo de dolor, los gestos y momento de aparición, si mejora con el reposo, si produce dolor a la palpación directa, etc. Todas estas cuestiones serán importantes que el escalador se las plantee y analice para así poder guiar mejor a su médico o fisioterapeuta.

Es típico que el escalador cuando llega a la consulta, indique un dolor a la palpación directa en el dedo que nos será de mucha información según la localización exacta de éste:

  • Si el dolor lo sitúa en la base de la primera falange del dedo podría tratarse de una tenosinovitis del tendón flexor del dedo, una microruptura por estrés de la polea A2 o hasta un dolor referido por un síndrome miofascial de la musculatura flexora del dedo en cuestión (también conocido como contractura).4. palpació ant. F1
  • Si el dolor lo sitúa en los laterales de la primera falange y hacia la segunda falange, podría corresponder con un síndrome miofascial de la musculatura intrínseca de la mano.5. palpació lat. F1
  • Si el dolor lo sitúa alrededor de la articulación interfalángica proximal, podría tratarse de una lesión ligamentosa o una irritación capsular (también conocida como capsulitis).6. palpació IFP

Además de esto, deberemos realizar los test pertinentes para determinar exactamente cuál de las estructuras está generando su dolor.

Una vez hecho el diagnostico, el tratamiento a seguir dependerá del tipo de estructura afectada.

7. ferula wisleyEn el caso que el dolor se produzca por la irritación de alguna de las estructuras, será importante neutralizar el movimiento que ponga en tensión la estructura irritada durante un tiempo determinado, para así conseguir la neutralización de los síntomas y permitir al cuerpo que repare el tejido lesionado. El ferulaje o el vendaje con tape nos serán de gran ayuda en estos casos.

En cambio, en el caso que el dolor se produzca por un síndrome miofascial (contractura muscular) de la musculatura flexora de los dedos y/o interóseos, deberemos realizar un tratamiento más enfocado al músculo, que a su vez irá acompañado de una disminución del grado de escalada y una limitación de los movimientos que implican al músculo en cuestión.8. Trigger points

En el caso que padezcáis un dolor de estas características, os recomendamos visitar a vuestro médico o fisioterapeuta de referencia.

 

Equipo Hand Therapy Bcn

¡Me duele el dedo! (I)

El dolor de los dedos en el escalador es uno de los síntomas más típicos en la práctica de este deporte, sobre todo en escaladores que practican con regularidad la escalada y que realizan vías de cierto grado.

1. dolor ditEl dolor de dedos puede empezar un día en concreto, en un paso o movimiento específicos, en el que el escalador es plenamente consciente de que se ha hecho daño y esto le hace parar automáticamente de escalar. Este dolor que se inicia con una puesta en tensión de alguna estructura en concreto podría corresponder con una ruptura total o parcial de la polea, una fractura de alguna de las falanges, una luxación, una ruptura ligamentosa, un desgarro muscular, etc….

Pero con lo que nos encontramos con más frecuencia, es con esos escaladores que tienen dolor de alguno de los dedos, normalmente en el 3r o 4º dedos, y que no recuerdan el momento específico del inicio del dolor ni el mecanismo lesional.

Normalmente este dolor suele tener un inicio gradual, siendo inicialmente una molestia o un dolor subclínico al que el mismo escalador no le da importancia, y por lo tanto, sigue con la actividad con normalidad. El problema viene cuando esta molestia pasa a ser un dolor más importante y que le impide poder “apretar”, entonces es cuando el escalador empieza a plantearse el tomar alguna medida.

2. sobreús màA este tipo de procesos, desde un ámbito más profesional, les llamamos de patología funcional, puesto que son procesos de larga evolución, que se deben a un exceso de función o sobreuso de ciertas estructuras, y que es el mismo escalador que se va autolesionando sin ser consciente de ello.

El estrés de las estructuras del dedo con posturas forzadas durante un tiempo prolongado o con repetición, son causa de microtraumatismos en los tejidos internos de los dedos o sobrecargas musculares. El hecho de no saber cuándo parar o cómo gestionar los mecanismos lesionales son los que van a ir agravando el proceso.

Los procesos más comunes que producen estos dolores de larga evolución en el dedo son:

  • Tenosinovitis de los tendones flexores del dedo (especialmente del 3r y 4º dedos)
  • Entesitis insercional del tendón flexor superficial del dedo
  • Microrupturas de las poleas (especialmente de A2 y A4)
  • Microlesiones repetidas a nivel de la cápsula articular de la interfalángica proximal (también conocidas como capsulitis)
  • Microrupturas ligamentosas de los ligamentos de la interfalángica proximal y distal (se pueden confundir con simples capsulitis)
  • Síndrome miofascial de la musculatura flexora de los dedos (también conocido como contracturas musculares)
  • Síndrome miofascial de la musculatura interósea de los dedos.3. hand therapist

Como veis, existen numerosas procesos que producen sintomatología directa en el dedo, y solo una buena exploración y evaluación realizadas por el profesional, puede darnos un diagnóstico claro de vuestro problema, y por lo tanto un buen planteamiento del tratamiento.

 

En el próximo post hablaremos del diagnóstico y tratamiento de estos dolores.

Equipo Hand Therapy Bcn

El monodedo

Si la posición de bidedo puede conllevar problemas, la del monodedo aún es más problemática.

El dedo que típicamente se utiliza para realizar el monodedo es el 3er dedo, puesto que es el que queda más centrado en la mano y va a poder generar más fuerza.

El monodedo para escalar es una posición solo posible para aquellos que llevan mucho tiempo escalando y que además tienen un entreno regular. Contra menos tiempo uno lleve escalando menos resistentes van a ser las estructuras y por lo tanto, más riesgo de sufrir una lesión.monodit

Cuando un escalador realiza un monodedo, el resto de dedos se van a cerrar de manera espontánea. Esta situación que parecería trivial no lo será desde el momento que al cerrar los otros dedos, parte de la fuerza muscular que se usa para cerrarlos va pasar por unas interconexiones tendinosas hasta llegar al dedo que está en la pared.

Esta situación es claramente beneficiosa ya que la fuerza de sujeción puede llegar a aumentar hasta un 25 o 30%. Pero como en todas las cosas esto siempre tiene su contraparte. Estas interconexiones tendinosas, que generalmente no están sujetas a estrés, en este tipo de presa van a recibir una sobrecarga importante.

Si en el momento de realizar un monodedo, la transferencia de carga es excesivamente rápida o dinámica, o simplemente un pie falla, la tensión excesiva puede generar una rotura de estas interconexiones.

Si esto sucede se puede llegar a oír un “clack” o sentir un desgarro interno, seguido de un dolor punzante en la cara palmar de la parte del antebrazo más cercana a la muñeca. El dolor que va a generar a posteriori, va a ser un dolor muy extraño, difícil de situar. Al palpar la zona no se va a encontrar el dolor, solo va a ser posible reproducirlo repitiendo el gesto lesional, el monodedo.

En el caso de sufrir esta lesión se debería parar de escalar en presas de monodedo y bidedo entre 3 y 6 semanas. Durante este proceso se recomienda escalar pero sólo con presas grandes o regletas dónde trabajen todos los dedos a la vez. Realizar un vendaje de solidarización de los dedos será útil para evitar el mecanismo lesional durante la escalada.

En próximos artículos os enseñaremos como realizar éste y otros vendajes!

El bidedo

El Bidedo

El uso de la mano para escalar implica que esta se va a tener que adaptar a la forma que bidit 1el entorno le requiera para poder optar a la mejor sujeción posible. Una de estas formas es el bidedo que a menudo se usa cuando el espacio al que la mano se puede sujetar es excesivamente pequeño.
Esta posición se puede realizar de dos maneras, entre el dedo índice y el mayor o entre el mayor y el anular (dedo tonto le llaman algunos).

A nivel anatómico lo ideal es usar la segunda opción ya que el 3er y 4º dedo son los dedos centrales de la mano y, de esta manera, el eje de la mano se mantiene neutro. En el caso de bidit 2usarse el dedo índice y el mayor, la mano automáticamente va a desviarse hacia el dedo meñique, o lo que vendría a ser hacia la desviación cubital. Esta colocación de la mano de forma repetida puede generar cierto sufrimiento en el margen cubital de la muñeca y ser origen de típicos dolores de esta.

El uso del 3er y 4º dedo no está exento de problemas. En la palma de la mano existe un músculo que se sitúa entre los tendones que doblan el 4º y 5º dedos (anular y meñique). Al realizar un bidedo en esta posición, el 4º dedo se halla casi estirado completamente mientras que el meñique tiene tendencia a doblarse hasta la palma de la mano. Esta situación puede provocar un efecto de cizalla entre el tendón del 4º y 5º dedos que puede implicar una rotura de este músculo (el lumbrical).lesió lumbrical Esta lesión va a dar un dolor muy característico en la palma de la mano que puede aparecer al escalar, especialmente con bidedos y con gestos cotidianos que impliquen movimientos disociados entre estos 2 dedos.

El uso de un vendaje específico, que limite la disociación entre estos dos dedos, puede ayudar a evitar el movimiento que genera el dolor y que perpetúa la lesión. De esta manera se puede proteger la irritación permitiendo que la estructura cicatrice, y sin necesidad de dejar de escalar.
Siguiendo esta recomendación, en 3 semanas el problema se puede resolver espontáneamente. En el caso contrario, os recomendamos consultar con un especialista.

¡Buenas escaladas!

¡Antes de escalar, pon tus manos a calentar!

Cuando nos llega un paciente escalador por primera vez a la consulta, abrimos su historia y llegamos a la pregunta de… ¿Cómo sueles calentar antes de empezar a escalar? Prácticamente el 90% de los escaladores nos responden lo mismo… ¡yo caliento en vías más fáciles!

El calentamiento es una de las partes más importantes de cualquier actividad física. Sin embargo muchas veces lo obviamos, bien por falta de tiempo, o simplemente porque pensamos que empezando directamente con la actividad deportiva a baja intensidad ya tenemos suficiente.

La realidad es que un buen calentamiento previo a la escalada nos va a evitar muchas lesiones. Éste nos va ayudar a mejorar la flexibilidad de nuestras articulaciones y músculos permitiéndonos movimientos más ágiles en la pared.

Con unos ejercicios adecuados vamos a conseguir un aumento de la temperatura corporal, incrementando el flujo sanguíneo y, en consecuencia, el calentamiento del músculo. Esto permitirá al músculo mejorar sus propiedades viscoelásticas, de contracción –éstas serán realizadas con más fuerza– y de relajación.

En esta entrada os vamos a proponer una serie de ejercicios de calentamiento para vuestras manos y extremidad superior que no os van a llevar mucho tiempo y que seguro os van a prevenir de muchas lesiones.

1ª Fase: Ejercicio cardiovascular (10 minutos)

En esta primera fase debéis realizar una actividad cardiovascular de baja intensidad. Este ejercicio debe incluir el movimiento de las máximas articulaciones posibles de vuestro cuerpo con la finalidad de aumentar la temperatura corporal. Aquí deberéis notar cómo vuestro cuerpo empieza a sudar.

En el caso de que salgáis a escalar a roca, la misma aproximación a la vía puede cumplir este objetivo, siempre y cuando esta supere los 10 minutos. Si os quedáis en el plafón os proponemos correr, elíptica o bicicleta estática.

2ª Fase: Movilidad articular (5 minutos)

  • Movimientos articulares: Se realizarán los ejercicios con velocidades moderadas de ejecución y aumentando de forma muy progresiva la amplitud de movimiento (20 repeticiones X estructura)

1. Cervicales

1. cabeza delante atrás 2. rotaciones cabeza

3. inclinaciones cabeza

2. Hombros

4. elevaciones hombros      5. hombros alante y atrás

6. brazos arriba y abajo

3. Codos

7. flexión y extensión codos        8. supinación pronación

4. Muñecas

9. flexo-extensión muñecas       10. desviaciones muñeca

5. Mano y dedos

11. cierre y obertura dedos         12. dinámico de codo muñeca y dedos

13. progresión movimiento dedos

Tened en cuenta que para completar un buen calentamiento deberemos incluir la espalda y la extremidad inferior.

  • Estiramientos dinámicos cinéticos: Este tipo de estiramientos se utilizan para conseguir una pre-activación del sistema Se acostumbran a realizar movimientos parecidos a la técnica de escalada. Estos ejercicios de deben ejecutar a una velocidad media – alta  (5-10 repeticiones x 3 series).

1. Secuencia de diagonales de brazos en diagonal

     14. diagonales dinámicas

2. Secuencia de diagonales cruzadas de brazos

        15. diagonales cruzadas

3ª Fase: Activación muscular (10 minutos)

  • Masilla terapéutica / plastilina (5 minutos)

1. Trabajo de bola sin apretar

              16. moldear masilla

2. Trabajo de contracción (no fuerza máxima, apretar progresivamente)

17. apretar con puntas   18. apretar con puntas estiradas   19. masilla en pinza

  • Travesía en plafón: presas grandes y de baja dificultad (5 min)

20. travesía

Las poleas

¡Me he roto las poleas!!!!

Esta es una de las frases más temida por los escaladores. Todos saben que es una lesión que es típica de escaladores y lo relacionan con largos periodos de no poder escalar, pero exactamente ¿qué son y para qué sirven estas poleas? y ¿realmente es tan grave su lesión?

La polea (de la que hablan los escaladores) es una estructura anatómica que se halla en la cara anterior de los dedos largos y del pulgar. Cada dedo tiene un total de 5 poleas anulares y 4 poleas cruciformes a lo largo del dedo. Su función principal es la de mantener el tendón flexor (el que dobla el dedo) solidario al hueso del dedo (la falange). Una comparación fácil sería como las anillas por los que pasa el hilo de una caña de pescar.politges

A veces la mejor manera de entender estos conceptos es partir de la situación contraria… ¿qué pasaría si no hubiera anillas o, en el caso de los dedos, poleas? Pues que tanto el hilo de la caña de pescar como los tendones de la mano se transformarían en arco, es decir, serían capaces de separarse de la caña y del hueso y por lo tanto, toda la parte cóncava de la mano al realizar el movimiento de flexión de los dedos, se vería ocupada por el tendón. Con lo cual ¡perderíamos la capacidad de la mano de contener objetos!!

En cualquier caso, ¿para qué sirven las poleas? Las poleas son unos elementos que permiten que el tendón se mantenga en su camino normal. Hacen que la fuerza que este ejerce en el dedo sea regular, y permiten que el dedo se pueda cerrar completamente. La falta de una de ellas, podrá alterar estas 3 funciones.

¿Qué pasa si me rompo la polea?  A nivel mecánico lo que va a suceder es que cuando intentes doblar el dedo, este perderá su capacidad de recorrido y cerrará menos. Al llevar el dedo a la flexión, el tendón se separará del hueso y generará un efecto de cuerda de arco, con lo que el dedo se verá más grueso, sobre todo al hacer fuerza.corda d'arc

¿Significa que voy a perder fuerza? Es posible que haya una pequeña pérdida de fuerza de agarre pero no tiene por qué afectar la fuerza durante la escalada. Hay pacientes con lesiones de poleas que han acabado deformando el dedo debido al mismo proceso de cicatrización pero que han mantenido su rendimiento en escalada. Una buena cicatriz puede generar una rigidez del mismo dedo y a su vez crear un dedo extremadamente fuerte. Pero también hay los pacientes que les ha sucedido a la inversa, a los que no se les ha estabilizado el proceso de cicatrización y es un dedo que genera dolor e impotencia.

¿Si me duele el dedo significa que me he roto la polea?  No tiene por qué ser así. Existen otras lesiones que también pueden generar dolor en el dedo, como por ejemplo la sobrecarga muscular (de la cual hablaremos próximamente). Si el dolor está asociado a una lesión de la polea suele tener un inicio súbito, generalmente asociado a un chasquido fuerte, un ruido estrepitoso que se puede oír a distancia, que incluso la persona que asegura al escalador es capaz de escuchar. En el momento en el que se escucha este chasquido, se da una respuesta inflamatoria en la zona que hincha el dedo en cuestión.corda d'arc edu

¿Si se me ha roto la polea hay que operar? En principio la cirugía sólo está indicada si la rotura implica a más de una polea. En el caso que sea sólo una de ellas no está indicado. Las cirugías más eficaces para los escaladores son las reconstrucciones mediante un trasplante  con otro tejido del mismo cuerpo. El cirujano también puede optar por realizar una reparación de la polea rota, es decir, una sutura de esta, pero en el caso de escaladores, estas se consideran poco eficaces ya que al volver a escalar la cicatriz puede ceder fácilmente volviendo a la posición de deformidad del tendón.

¿Puedo tener una lesión de poleas y que no me duela nada? Sí es bastante frecuente y en estos casos sobretodo no hay que hacer nada.

¿Puedo hacer algo para evitar las lesiones de poleas? Lo primero es saber que las poleas ganan fuerza con el tiempo, si progresas muy rápido es posible que no tengan tiempo de “endurecerse”.  Un buen calentamiento previo es clave ya que la mano “en frio” no es tan resistente y tiene riesgo de lesión. Y por último, evitar estar un tiempo excesivo en vías de nivel ensayado, sobre todo si es a final del día.

¡NO dejes la vía más difícil para el final, casi todos los escaladores se lesionan las poleas en ese momento!!!!

¡¡¡Cuida tus manos y a escalar!!!

La Ñapa

ÑAPACon este nombre se conoce la posición en que el escalador va a sujetarse a las tan preciadas presas  pequeñas o regletas.  También es conocida como posición de arqueo. Este tipo de presa es imprescindible para conseguir una sujeción eficaz a partir de que el tamaño del borde de pared donde sujetarse ocupa una pequeña parte de la última falange del dedo.  Es curioso observar cómo la forma que adopta la mano al realizar este tipo de presa se parece a la forma de los piolets que se usan para escalar el hielo. Probablemente debe existir alguna razón física que hace que el ángulo de abordaje de la mano a la pared tenga que ser éste.

Cuando el escalador adopta esta posición al sujetarse a la pared, la última articulación del dedo queda prácticamente estirada del todo. Los tendones que flexionan esta articulación van a trabajar simplemente para conseguir mantener esta articulación recta por contra es el flexor de la articulación central del dedo (la interfalángica proximal) la que va a flexionar hasta el final del recorrido. De esta manera el dedo va a realizar una fuerza hacia abajo apoyandose directamente en la pared tal cual un piolet haria en el hielo.

No es por casualidad que gracias a la adaptación de los tejidos los escaladores expertos van a acabar desarrollando una rigidez de la articulació distal del dedo. Esta adaptación va a evitar el movimiento excesivo hacia atrás generando así una fantástica estabilidad en esta posición. Provablemente seria una buena manera de reconocer a un escalador experto de un escalador principiante.Algunos escaladores a pesar de estar escalando durante años no consiguen generar una buena rigidez de esta articulación implicando la necesidad de desarrollar otras capacidades.  Los escaladores que no consigan mejorar su rigidez a este nivel seria aconsejable mejorar su técnica usando otras presas como la extensión. El hecho de que esta rigidez no aparezca no implica que enga que generar lesiones pero lo puede favorecer.

En referencia a esta posición de la mano al escalar, hay que saber que es en esta posición en la que está descrita la mayoria de las lesiones de las poleas de los dedos. En efecto es en el transcurso de escalar en arqueo que  la tensión que se genera en las poleas es mayor sobretodo en las poleas centrales del dedo.

 

La Capsulitis

Anterior and posterior view of the anatomy of the hand SOURCE: pickup from 5A1443 and 4A1443

Anterior and posterior view of the anatomy of the hand SOURCE: pickup from 5A1443 and 4A1443

En muchos deportes en los que la función de la mano es imprescindible, las articulaciones de los dedos se lesionan con frecuencia. Uno de los «pseudodiagnósticos » que tenemos más a menudo es la capsulitis.

El concepto capsulitis es un fondo de saco donde caben muchos diagnósticos diferentes. Para entenderlo mejor deberíamos pensar en lo que es la cápsula y por qué tipo de estructuras está formada. La cápsula es la estructura que recubre, encierra el espacio de una articulación de manera estanca. Este espacio está lleno de la membrana sinovial que es la que forma el líquido sinovial que baña la articulación. En relación íntima con esta cápsula tenemos estructuras ligamentosas que son las que restringen el movimiento articular dentro de los límites fisiológicos. Los elementos óseos que forman parte de la articulación así como la inserción de algunos tendones también tienen una relación íntima con estas estructuras.

Cualquiera de estas estructuras puede verse lesionada por un mecanismo traumático irritando el tejido lesionado en sí como también afectando a los tejidos circundantes. Con sólo uno de los tejidos anteriormente citados lesionado ya puede desencadenarse una respuesta inflamatoria que es la que hará que añadamos la coletilla «-itis» indicando que hay una irritación. Pero lo que debemos tener claro es que el concepto capsulitis es completamente inespecífico ya que no indica cuál de las estructuras anteriores está lesionada.

Ante del concepto capsulitis es muy difícil saber qué actitud terapéutica tomar, ya que no sabemos exactamente qué estructura se debe proteger para conseguir neutralizar el elemento irritante que hace que esa «inflamación» se mantenga en el tiempo. Algunas personas al ver eso citan la tremenda fase de «se ha cronificado» sin sujeto como si fuese cosa divina. La realidad es que son el propietario de la articulación y el profesional de la salud tratante los que no han hecho los deberes.

Delante de la observación de una capsulitis debemos entender que en ese espacio ha habido una lesión estructural y debemos buscarla y tratarla. En general, si este procedimiento se hace correctamente, en unas 3 semanas la sintomatología debería mejorar. En próximos posts os iremos comentando los diferentes tipos de lesiones y cómo abordarlas, no os lo perdáis!

 

La puerta de entrada

VICENÇ I ELENA FÈRULACuando en ciencias de la salud hablamos de «la puerta de entrada» siempre nos acordamos de la teoría de Melzack. Pero este símil es un símil de mucha utilidad. En este post le vamos a cambiar el significado.

Hay muchas patologías en que el abordaje de rehabilitación está vetado y a menudo en entredicho. El motivo principal por lo que esto sucede no es porque no exista el tratamiento adecuado para ello, sino que en la mayoría de los casos el orden de los factores sí altera el producto.

¿Cuál es la estrategia ideal para conquistar un castillo? ¿El ataque frontal? ¿El asedio, desmotivar al adversario? ¿Crear el caos? Encontraríamos centenares. Pero ¿a qué precio? ¿Con qué desgaste? Y para conseguir que….

Tratar a un paciente es similar a conquistar un castillo; requiere conocer al enemigo (la patología), saber cómo actúa y por qué, conocer sus puntos débiles y sus puntos fuertes. De la misma manera, para conseguir que nuestra estrategia sea un éxito no basta con entender al otro, si no que vale la pena conocerse a uno mismo y saber cuáles son las opciones que nosotros podemos proponer y cuáles son sus posibilidades de éxito.

El fisio que actúa siguiendo una pauta preestablecida por protocolo tiene tantas probabilidades de éxito como el que espera que le salve un milagro. En este caso, probablemente, estaríamos más cerca de una estafa que de un tratamiento.

El fisio que es muy bueno con una determinada técnica puede llegar a ser muy resolutivo, pero cuando esta técnica no es la indicada las opciones de éxito son muy bajas.

El fisio que conoce muchas técnicas probablemente tiene muchas más opciones de conseguir su objetivo, ya que dispone de una caja de herramientas más bien dotada. Por contra, si no elige la herramienta correcta puede generar resistencias con el paciente ya que éste ve al profesional titubear ante el abordaje terapéutico.

Así podríamos continuar hasta el fin de los tiempos… pero puede llegar a ser una pérdida de tiempo si no sabemos contra quien nos enfrentamos, las posibilidades de error son enormes y no por ir bien armados vamos a dar con la solución.

De otra manera, el fisio que antes de abordar el tratamiento es capaz de usar la exploración y la evaluación dispone de muchas más armas para conseguir un buen resultado.

La exploración será el procedimiento a través del cual los conocimientos de anatomía y función se funden para generar una comprensión del proceso biológico y fisiológico en activo. Esta exploración permite traducir todas y cada una de las limitaciones en nombre de estructura y apellido de alteración mecánica.

Le evaluación permite cuantificar las alteraciones detectadas, transforma la exploración en datos reproducibles y por tanto en valores comparables.

La época del «a mí me va bien» ha muerto

señores y señoras, la fisioterapia tiene que cambiar, ha llegado la hora de ganar prestigio y mostrar cómo podemos mejorar la salud de nuestros pacientes de un modo claro. Las técnicas son importantes, pero no son más que técnicas, ahora necesitamos algo más potente y tenemos una tarea ineludible:

Busquemos la puerta de entrada al tratamiento.

Nuestra exploración y la comprensión del problema nos permitirá entender qué le sucede a nuestro paciente (y no sólo el nombre de su patología) y, con ello, tenemos que ser capaces de buscar cómo conseguir modificar la alteración y reestablecer el equilibrio.

La mano del escalador, integrando la mano en la roca parte 1

mano escalador

 

 

 

 

 

Es hermoso ver a una persona subiendo una pared con la única ayuda de sus manos. Ver el cuerpo del escalador desplazándose en la roca con soltura y seguridad es lo que para mí se parece más al hecho de levitar.

Este deporte minoritario en clara expansión es una de las actividades dónde ves que el hombre es capaz de llevarle la contraria a la evolución. El escalador tiene una mano locomotriz dónde la función hace el órgano.

Durante este verano nos dedicaremos especialmente a hablar de la mano del escalador. A pesar de que nuestra epoca de trepadores ya no queda cerca, el contacto con centenares de ellos nos han permitido entender esta actividad a través de sus lesiones. Espero que los posts que vamos a dedicar a este tema os puedan ser útiles.