por Ermengol Punsola | Mar 23, 2016 | Escalada, Patologías típicas de mano, tratamientos
En el anterior post ya hablamos de los muchos procesos que pueden producir dolor en los dedos del escalador sin llegar a ser lesiones claras de un momento y gesto determinados. Estos dolores suelen resultar de microtraumatismos de repetición y sobrecargas musculares, que acaban generando inflamación o irritación de los tejidos internos del dedo, y contracturas musculares de la musculatura flexora de los dedos.
Para realizar un buen abordaje de estos procesos, necesitamos realizar un buen diagnóstico para saber exactamente el motivo del dolor en el dedo. Para ello, será muy importante lo que nos relate el escalador sobre el tipo de dolor, los gestos y momento de aparición, si mejora con el reposo, si produce dolor a la palpación directa, etc. Todas estas cuestiones serán importantes que el escalador se las plantee y analice para así poder guiar mejor a su médico o fisioterapeuta.
Es típico que el escalador cuando llega a la consulta, indique un dolor a la palpación directa en el dedo que nos será de mucha información según la localización exacta de éste:
- Si el dolor lo sitúa en la base de la primera falange del dedo podría tratarse de una tenosinovitis del tendón flexor del dedo, una microruptura por estrés de la polea A2 o hasta un dolor referido por un síndrome miofascial de la musculatura flexora del dedo en cuestión (también conocido como contractura).
- Si el dolor lo sitúa en los laterales de la primera falange y hacia la segunda falange, podría corresponder con un síndrome miofascial de la musculatura intrínseca de la mano.
- Si el dolor lo sitúa alrededor de la articulación interfalángica proximal, podría tratarse de una lesión ligamentosa o una irritación capsular (también conocida como capsulitis).
Además de esto, deberemos realizar los test pertinentes para determinar exactamente cuál de las estructuras está generando su dolor.
Una vez hecho el diagnostico, el tratamiento a seguir dependerá del tipo de estructura afectada.
En el caso que el dolor se produzca por la irritación de alguna de las estructuras, será importante neutralizar el movimiento que ponga en tensión la estructura irritada durante un tiempo determinado, para así conseguir la neutralización de los síntomas y permitir al cuerpo que repare el tejido lesionado. El ferulaje o el vendaje con tape nos serán de gran ayuda en estos casos.
En cambio, en el caso que el dolor se produzca por un síndrome miofascial (contractura muscular) de la musculatura flexora de los dedos y/o interóseos, deberemos realizar un tratamiento más enfocado al músculo, que a su vez irá acompañado de una disminución del grado de escalada y una limitación de los movimientos que implican al músculo en cuestión.
En el caso que padezcáis un dolor de estas características, os recomendamos visitar a vuestro médico o fisioterapeuta de referencia.
Equipo Hand Therapy Bcn
por Ermengol Punsola | Feb 24, 2016 | Escalada, Patologías típicas de mano
El dolor de los dedos en el escalador es uno de los síntomas más típicos en la práctica de este deporte, sobre todo en escaladores que practican con regularidad la escalada y que realizan vías de cierto grado.
El dolor de dedos puede empezar un día en concreto, en un paso o movimiento específicos, en el que el escalador es plenamente consciente de que se ha hecho daño y esto le hace parar automáticamente de escalar. Este dolor que se inicia con una puesta en tensión de alguna estructura en concreto podría corresponder con una ruptura total o parcial de la polea, una fractura de alguna de las falanges, una luxación, una ruptura ligamentosa, un desgarro muscular, etc….
Pero con lo que nos encontramos con más frecuencia, es con esos escaladores que tienen dolor de alguno de los dedos, normalmente en el 3r o 4º dedos, y que no recuerdan el momento específico del inicio del dolor ni el mecanismo lesional.
Normalmente este dolor suele tener un inicio gradual, siendo inicialmente una molestia o un dolor subclínico al que el mismo escalador no le da importancia, y por lo tanto, sigue con la actividad con normalidad. El problema viene cuando esta molestia pasa a ser un dolor más importante y que le impide poder “apretar”, entonces es cuando el escalador empieza a plantearse el tomar alguna medida.
A este tipo de procesos, desde un ámbito más profesional, les llamamos de patología funcional, puesto que son procesos de larga evolución, que se deben a un exceso de función o sobreuso de ciertas estructuras, y que es el mismo escalador que se va autolesionando sin ser consciente de ello.
El estrés de las estructuras del dedo con posturas forzadas durante un tiempo prolongado o con repetición, son causa de microtraumatismos en los tejidos internos de los dedos o sobrecargas musculares. El hecho de no saber cuándo parar o cómo gestionar los mecanismos lesionales son los que van a ir agravando el proceso.
Los procesos más comunes que producen estos dolores de larga evolución en el dedo son:
- Tenosinovitis de los tendones flexores del dedo (especialmente del 3r y 4º dedos)
- Entesitis insercional del tendón flexor superficial del dedo
- Microrupturas de las poleas (especialmente de A2 y A4)
- Microlesiones repetidas a nivel de la cápsula articular de la interfalángica proximal (también conocidas como capsulitis)
- Microrupturas ligamentosas de los ligamentos de la interfalángica proximal y distal (se pueden confundir con simples capsulitis)
- Síndrome miofascial de la musculatura flexora de los dedos (también conocido como contracturas musculares)
- Síndrome miofascial de la musculatura interósea de los dedos.
Como veis, existen numerosas procesos que producen sintomatología directa en el dedo, y solo una buena exploración y evaluación realizadas por el profesional, puede darnos un diagnóstico claro de vuestro problema, y por lo tanto un buen planteamiento del tratamiento.
En el próximo post hablaremos del diagnóstico y tratamiento de estos dolores.
Equipo Hand Therapy Bcn
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